jueves, 2 de abril de 2009

La Escultura Manierista en Italia


El Rapto de la Sabina de Jean de Boulogne o Giambologna


Detalle del pedestal del Perseo

Detalle del cuerpo de Medusa del Perseo


Perseo de Benvenuto Cellini.

Fuente de Neptuno de B. Ammannanti

El genio y la grandeza de Miguel Ángel eclipsa a la mayor parte de los escultores, que intentan seguir sus pasos sin conseguir alcanzar su fuerza. Se desarrolla un tipo de escultura que rompe la armonía del período anterior, como había sucedido en la pintura, con composiciones abiertas y formas en tensión. Se logra una gran esbeltez y refinamiento, unida a la elegancia de líneas que se cruzan y al empleo de ejes helicoidales. Destacan dos autores principales y otro menor: Benvenuto Cellini , Jean de Boulogne o Giambologna y Bartolomeo Ammannnanti.


Bartolomeo Ammannanti (1511-1592): Arquitecto y escultor, resume y representa lo mejor de escultura florentina. Al final de su vida, abjuró de los gravísimos errores y pecaminosas licencias del pasado, aludiendo especialmente a la fuente de Neptuno de la Plaza de la Signoría de Florencia. En ella combina el bronce de las alegorías marinas (náyades y tritones) con el mármol de la estatua de Neptuno, conocida como el Biancone, por la blancura nívea del mármol. Muchas de sus esculturas para la villa Medici en Pratolino, se encuentran hoy en los jardines de Boboli del Palacio Pitti. También esculpió el monumental Hércules de bronce de Padua. Se le han adjudicado en ocasiones los fabulosos, extravagantes y fantásticos animales de la villa Orsini en Bomarzo, que hace de la irrealidad un goce de los sentidos y una realidad a la vez asombrosa y ensoñada. También es autor de escultura funeraria, en la que destacan sus tumbas de San Pietro in Montorio, en honor de Fabiano y Antonio del Monte.

Benvenuto Cellini (1500-1574): A caballo entre Florencia y Fontainebleau destaca su labor como escultor y orfebre; es uno de los artistas más notables, como queda plasmado en su Perseo. Sus obras se distinguen por la perfección técnica, incluso en piezas de pequeño tamaño (salero de Francisco I). Toda su obra manifiesta el artificio elegante del manierismo.

El Perseo es una escultura en bronce y de bulto redondo, encargada por Cosme I de Medici para la Loggia dei Lanzi en Florencia. Se inaugura en 1554. Representa a un personaje mitológico, Perseo, que sostiene en sus manos la cabeza cortada de Medusa, un ser maligno que tenía serpientes en lugar de cabellos. La escultura se apoya sobre un pedestal de mármol con relieves y pequeñas esculturas de bronce en la base. Es un auténtico alarde técnico. La composición de la escultura es una osadía de la técnica, ya que la fundición en un solo bloque de la pieza presenta una gran dificultad. Perseo desnudo se apoya sobre el cuerpo decapitado de Medusa, que se retuerce en una exagerada complicación. Los brazos aparecen separados del tronco y uno de ellos sostiene a gran distancia la cabeza de su víctima, de cuyo cuello chorrea la sangre; el otro sostiene el arma homicida. El cuerpo es elegante, atiende a los detalles anatómicos y las extremidades se flexionan con la expresión de la línea curva, propia del manierismo. En la cabeza, el casco de Hades. Busca la dificultad en los detalles, como la boca de Medusa con sus dientes o la cabellera de Perseo. En el pedestal colocó pequeñas estatuas de bronce, elaboradas con el mismo cuidado que la figura principal. Su menor tamaño le permite emplear recursos como actitudes forzadas, inestabilidad y torsiones violentas. La técnica de fundición empleada, era la de la cera perdida (la habitual en la época) : primero se trabajaba a la perfección la figura en cera y se la recubría con una capa de yeso o barro. A continuación se practicaba un orificio en la parte superior, por donde se vertía el bronce derretido, y otro en la parte inferior, por donde salió la cera. Al terminar la operación se rompía el molde exterior, siendo necesario repasar la escultura con un cincel. La operación se complicaba cuando aumentaban las dimensiones de la estatua.


Jean de Boulogne o Giambologna (1529-1608) : Escultor flamenco, reúne los principios del manierismo empleando en sus esculturas un esquema utilizado por Miguel Ángel: la línea serpentinata , que consiste en el movimiento giratorio de un cuerpo sobre un imaginario eje interior. El resultado produce un contrabalanceo de la figura y una sensación de inestabilidad y movimiento permanente. Su obra más destacada es el Rapto de las sabinas. Consigue en ella un análisis de cuerpos humanos entrelazados y en movimiento, empleando la serpentinata. Esta escultura delata la influencia del Toro Farnesio. Este grupo de mármol, de más de cuatro metros de altura culmina los estudios de cuerpos entrelazados y en movimiento de Leonardo y Miguel Ángel. A partir de un eje de simetría, que jerarquiza toda la composición , coloca tres cuerpos humanos entrelazados, que pueden verse desde posiciones diferentes, girando alrededor de la composición. Los tres personajes son figuras serpentinadas, hay un violento contrapposto en el anciano abatido entre las piernas del joven raptor , cuyo cuerpo musculoso y erguido, a la manera de los héroes, gira sobre sí mismo y se curva a causa de los movimientos de la joven raptada, que a su vez, levantada en el aire y sujeta por el romano, adopta una postura oblicua y contraria a la de su captor, y abre los brazos en un gesto de desesperación. Cada uno refleja en su rostro la manera en que vive la situación: el anciano con desesperación y vencimiento; la mujer con llanto y miedo, y el hombre joven satisfecho con su presa. Con ello Giambologna demuestra lo bien que sabe adecuar las acciones con los gestos, para captar con el cuerpo los movimientos del alma (moti dell'anima), con la que contar una historia que muestre autenticidad, variedad y veracidad, junto a la perfección y la belleza de los cuerpos armónicos.

El Mercurio, otra de sus obras más destacadas, muestra un cuerpo en tensión, musculoso y de superficies pulidas, abierto en todas las direcciones; que vuela, plasma toda la sabiduría y virtuosismo que alcanzaron el autor y la escultura florentina a finales del siglo XVI , solo superada en el siglo siguiente por el genio de Gian Lorenzo Bernini, desplazándose el centro artístico de la escultura de Florencia a Roma. Con esta figura se rompe el esquema clásico de estatua cerrada y se impone la noción de figura abierta. El escultor pretende resaltar con ello el esfuerzo del vuelo y el efecto de la ingravidez.

Otras obras son: la estatua ecuestre de Cosme I, la estatuaria religiosa (Capilla Salviati en San Marco de Florencia, su capilla funeraria en la Annunziata) en las que muestra su unión con la Antigüedad y con Miguel Ángel. Los grupos de “Sansón y el filisteo”, “Florencia triunfando sobre Pisa” son serpentinatas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario