domingo, 19 de abril de 2009

La Escuela Veneciana: Tiziano


Tiziano (1490-1576) : Formado con Giovanni Bellini y discípulo de Giorgione, sus primeras obras se confunden con las de éste, no sabiéndose en algunos cuadros quién es el autor, como en el “Concierto campestre”. Sus cuadros mitológicos mantienen este rasgo; pero al jugar con el color, son un contrapunto de las mitologías romanas y florentinas. Conjuga sensualidad y erudición humanista.

Será el pintor de los temas profanos, teniendo predilección por aquellos que tenían a Venus y Dánae como motivo, en los que se observa la influencia de las mitologías de autores latinos (Ovidio). Pero sus modelos eran mujeres reales salidas del núcleo en el que se movía el artista. Establece los nuevos cánones de la belleza femenina, al igual que Miguel Ángel lo hace con los desnudos masculinos. El cambio operado entre la Venus de Botticelli y la de Tiziano es evidente muestra de lo anterior.

Con Tiziano y su taller, Venecia se convierte en la capital del color como Roma y Florencia lo son del dibujo. La exaltación del color, que se consideraba destinado a los sentidos del espectador, se expresaba mediante la utilización de una gama variada, la introducción de tintes obtenidos a partir de mezclas insólitas, el estudio de efectos de luz inusuales (el alba o el crepúsculo), las transiciónes graduadas de un color a otro o, en ocasiones, los experimenta con atrevidas yuxtaposiciones cromáticas. Asimismo, se expresaba mediante un tratamiento que confería al pigmento y a la pincelada una nueva personalidad, al combinar zonas empastadas (aquellas formadas por una capa de pintura visiblemente espesa, independientemente de que se se aplicara uniformemente o en crestas y huecos) con otras consistentes en veladuras, es decir, en una fina película totalmente uniforme.

Pintor de Carlos V y Felipe II, hará sus retratos oficiales y elaborará un retrato apoteósico (Carlos V en la batalla de Mühlberg), distinto al romano y al florentino, donde se se emparejan parecido y acción memorable con dignidad contenida y decorosa, muy al gusto español. Tiziano elabora composiciones grandiosas, repletas de color y gestos diversos, que renovarán la pintura religiosa veneciana, fundiendo Antigüedad y devoción, y los movimientos del alma o afectos que se enriquecerán con el tiempo. Su técnica se va soltando, llegando al impresionismo, con pinceladas de gran libertad.

Cultiva todos los géneros: el cuadro religioso, que es solemne y colorista, a veces dramático; el color y el movimiento son primordiales, influyendo en el arte de la Contrarreforma; el cuadro mitológico, que es sensual, sobre todo en el desnudo femenino; el retrato de aparato, que es solemne y opulento, dando gran importancia al traje y al escenario.

Su larga vida hizo que empezando con los más preclaros principios del Renacimiento del Siglo XVI, se viera inmerso en los ideales manieristas y de la contrarreforma. De ahí el movimiento de los personajes, que se relacionaban más con la estética finisecular que con la del Alto Renacimiento.

Sus obras principales son, en cuadros mitológicos: “Amor sacro y amor profano”, “Venus de Urbino”, “Bacanal”, “Dánae”, “Ofrenda a Venus”,“Venus en el espejo”. En cuadros de temática religiosa: “La Anunciación” de Santa María dei Frari, “Muerte de San Pedro Mártir” “ Virgen y Santa Catalina”, “Martirio de San Lorenzo” de los Jesuitas de Venecia, “Piedad” de la Academia, “Martirio de San Lorenzo”, del Escorial. Retratos: “Carlos V” “Carlos V en Mühlberg” o “La emperatriz Isabel de Portugal”.

En las últimas obras de Tiziano, la materia pictórica no sólo se halla presente, sino que el gesto del pincel es claramente visible: restos de pincel que forman surcos en la pasta cuando ésta es espesa, rayas de pigmento vaciadas con la punta del pincel que el artista utiliza después de darle la vuelta, y, en algunos casos, huellas dactilares que confieren la forma sin usar instrumento alguno. Tintoretto y el Greco usarán esta técnica

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